En muchas empresas hay gente con títulos rimbombantes… que en realidad no son dueños de nada.

Son gestores: mueven piezas, coordinan tareas, actualizan excels.

Pero si algo sale mal, siempre tienen una excusa: “Eso no dependía de mí.”

En Amazon había otra expectativa: ser owner (dueño).

Y ser dueño no dependía de tu cargo, sino de tu actitud.

Un owner responde por el resultado aunque no controle todas las variables.

No se limita a describir el problema, propone soluciones.

No se escuda en la jerarquía, busca la manera de hacerlo avanzar.

La diferencia es enorme:

  • El gestor mantiene la máquina encendida.

  • El dueño se asegura de que llegue al destino.

👉 Checklist para actuar como dueño (en cualquier rol):

  1. Hablas de resultados, no de tareas.

    (No “hicimos un informe”, sino “tomamos una decisión mejor gracias al informe”).

  2. Propones opciones, no solo reportas problemas.

  3. Asumes impacto aunque no todo dependa de ti.

  4. Piensas en largo plazo, aunque la presión sea a corto.

Ser dueño no es un título en tu firma de email.

Es una forma de trabajar que se nota rápido: en cómo hablas, decides y ejecutas.

Y es también la diferencia entre alguien que gestiona el presente… y alguien que construye el futuro.

Un abrazo,

SD1 — Siempre Día 1

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